
Domingo 8 de Noviembre -
Lectura del Evangelio: Marcos 12,38-44
El evangelio de este día, es la exaltación del mínimo detalle. ¡Cuántas veces no valoramos lo insignificante al ojo, pero muy significativo y oxigenante para el corazón! ¡En cuántas ocasiones nos dejamos llevar por lo que deslumbra! ¡En cuántos momentos pensamos que, si no es grande y costoso, no sirve de nada o no tiene gran valor!
--Hoy no podemos olvidar a los que echan su pequeña limosna en diversos lugares de misión en nombre de Jesús de Nazaret (los misioneros, grupos de Cáritas, voluntariados de enfermos, acogida..)
--Hoy, como el Señor, nos fijamos en el testimonio de todos aquellos que sin excesivo protagonismo- depositan su tiempo para que Jesús sea conocido, amado y tenido en cuenta.
Sí, hermanos. El evangelio de este día, es el evangelio de los que, siendo pequeños, y sin darse cuenta, Dios los mira con pasión y con amor. Con reconocimiento y con agradecimiento.
A Cristo no le es indiferente cuanto podamos hacer, sobre todo, cuando son pequeñas menudencias que sólo Él ha visto y que sabrá premiar en su debido tiempo. Hay en la escena algunos ricos echando grandes cantidades de dinero para Dios.
Es lo que significa su ofrenda al Templo. Está lejos de Él una condena a los ricos, como alguna literatura ha querido ver en este y otros pasajes.
Al contrario, seguramente se sintió a gusto al ver cómo los que cuentan con los medios necesarios, ponen en práctica la hermosa virtud de la magnificencia.
Porque para Dios ella no ha quedado desamparada.
ALBINA MORENO