La Leyenda de la
Vera Cruz de Cristo
Este árbol fructificó y creció mucho. El rey Salomón cuando mandó edificar el Templo de Jerusalén ordenó que el árbol crecido sobre la tumba de Adán, sea talado y que se utilice en la construcción del santuario.
"No había lugar donde pudiera ser colocado: o era demasiado largo o era demasiado corto, y cuando se cortaba de la medida adecuada parecía tan corto que no servía para nada. Para mayor enfado, los trabajadores lo llevaron y lo colocaron en un río donde serviría como como puente. " [Iacopo da Varazze]
La Reina de Saba que estaba visitando a Salomón, para escuchar su sabiduría, y en el momento de pasar el puente hecho de aquella madera y que durante mucho tiempo estuvo inutilizado, tuvo una inspiracion: aquella madera sería utilizada en el futuro para la construcción de la Cruz de Jesús. Pero no fue la única visión: el reino de los Judios sería destruido.
Es por ello que el rey Salomón lo hizo enterrar bajo el suelo de la "piscina probática", es decir la donde se lavaban los animales antes del sacrificio.
Esta es la historia de la Cruz de Cristo, entre mito y leyenda, el origen del árbol de la antigüedad y en el que será colgado el Salvador.
Ya en los tiempos de Jesús y en los días de su procesamiento, una viga emerge de la tierra. Esta madera será utilizada para construir la verdadera Cruz.
Aquel instrumento de madera, de muerte, parece desaparecer de la historia, hasta que más de doscientos años después reaparece en la Cruz.
Constantino -mientras luchaba contra Majencio- tiene una visión: una cruz luminosa con la inscripción:
Con este signo, vencerás
El emperador puso a su ejército bajo la bandera de la Cruz y salió victorioso en la batalla de Puente Milvio. Este hecho hace madurar en el imperador la voluntad de dar plena libertad a los cristianos poniendo así fin a las persecuciones perpetradas contra los seguidores de Jesús.
Constantino quiere llevar a cabo iniciativas en favor de los cristianos y envía a Jerusalén a su madre Helena para buscar la madera de la Verdadera Cruz de Cristo en Jerusalén.
Llega a su conocimiento que un judio llamado Judas es el único que conoce el lugar exacto donde se encuentra la cruz e, incluso, somete a este hombre a la tortura para hacerlo hablar. En efecto Elena le encierra en el interior de un pozo sin comida ni bebida, sin pan ni agua. Después siete días el judío decide a hablar. Judas revela el verdadero punto en el que la Cruz ha sido durante mucho tiempo custodiada.
Pero la historia se complica todavía más. Tiene lugar un milagro: el cuerpo de un joven muerto recobra la vida tan pronto como es tocado con la Sagrada Madera de la Pasión.
Seguidamente, una parte de la Cruz fue abandonada en Jerusalén, mientras otra parte es trasladada a Constantinopla.
En el ano 614 Cosroe, rey de Persia, es atraído por el Sepulcro de Cristo y decide llevar consigo la Sagrada Reliquia. Es así que, después 300 años desde el inicio de la búsqueda de la Verdadera Cruz por obra del emperador Constantino, el entusiasmo por la Sagrada Reliquia lleva a la veneración de la Pasión de Jesucristo Redentor. Por último, el emperador bizantino Heraclio consigue rescatarla y llevarla a Jerusalén.
Historiador del arte
Traducción de Mauro Bertini y Joaquín Martínez
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