Porque en Ti confío
Porque en Ti espero
Y, de tu misericordia, agradezco tus desvelos
Y, de tu misericordia, espero tus caricias
Y, de tu misericordia, añoro tu abrazo
Y, de tu misericordia, deseo la paz verdadera
la paz que Tú sólo das
la paz que, sin Ti, no la puede alcanzar el mundo
Amén.
La misericordia es como un inmenso y caudaloso río; su fuente es la Santísima Trinidad: Desde el corazón de la Trinidad, desde la intimidad más profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar el gran río de la misericordia. Esta fuente nunca podrá agotarse, sin importar cuántos sean los que a ella se acerquen