Oh Patrono mío, San José, que viviste y caminaste constantemente en la presencia del Amor; castísimo Esposo de la Virgen, consagrado como Ella en holocausto a Jesús que os eligió para sí.
Tú eres modelo de silencio adorante, de obediencia alegre y sincera a la Palabra. ¡Tú eres el contemplativo, cuya alma vivió de rodillas ante el Hijo del Padre! Tú que conoces los caminos de la oración: ilumíname y llévame de la mano hacia la Intimidad Divina.

Ayúdame a considerar la fecundidad de la Vida escondida con Cristo en Dios, para que pueda gustar y comunicar a los hermanos lo preciosa que es la Misericordia del Señor y lo suave que es vivir en su Casa. San José, maestro de oración, ruega por mí.
Fray Marco Antonio Foschiatti, op.

