ÚLTIMO DÍA DEL MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Estando una vez en presencia del Santísimo Sacramento, recibí de Dios gracias excesivas de su amor y sintiéndome movida del deseo de corresponderle en algo y rendirle amor por amor, me dijo: No puedes darme mayor prueba que la de hacer lo que yo tantas veces te he pedido.
Entonces, descubriendo su divino Corazón me dijo: He aquí este Corazón que tanto ha amado a los hombres, que nada ha perdonado hasta agotarse y consumirse para demostrarles su amor, y en reconocimiento no recibo de la mayor parte más que ingratitud, ya por sus irreverencias y sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que me tratan en este sacramento de amor. Pero lo que me más me duele es que sean corazones consagrados a Mí los que así me tratan.
Te pido que sea dedicado el primer viernes, después de la octava del Santísimo Sacramento, a una fiesta particular para honrar mi Corazón, comulgando ese día y reparando su honor por medio de un respetuoso ofrecimiento, a fin de expiar las injurias que he recibido durante el tiempo que he estado expuesto en los altares.
Santa Margarita María de Alacoque
¿QUÉ QUIERES?
¿Qué quiero, mi Jesús?... Quiero quererte,
cuanto hay en mí, del todo darte
sin tener más placer que el agradarte,
sin tener más temor que el ofenderte.
Quiero olvidarlo todo y conocerte,
quiero dejarlo todo por buscarte,
quiero perderlo todo por hallarte,
quiero ignorarlo todo por saberte.
Quiero, amable Jesús, abismarme
en ese dulce hueco de tu herida,
y en sus divinas llamas abrasarme.
Quiero por fin en ti transfigurarme
morir a mí, para vivir tu vida,
perderme en ti, Jesús, y no encontrarme.
Calderón de la Barca