CUARESMA
introduce en el Misterio Pascual.
Un camino que se recorre a lo largo de cuarenta días, en los que
se nos invita a la conversión, a tomar conciencia de la realidad personal,
familiar, comunitaria, social y mundial.
Como un camino de revisión de vida, para descubrir nuestro pecado.
Como un camino de solidaridad, para erradicar el egoísmo.
Como un camino de reconciliación, para volver a construir las relaciones personales y comunitarias dañadas por el pecado.
Como un camino de oración, de encuentro íntimo con el Señor, para descubrir si estamos acertando en nuestra ruta.
Cristo en persona es el camino, por esto dice: Yo soy el camino. Lo cual tiene una explicación muy verdadera, ya que por medio de él podemos acercarnos al Padre. Si buscas, pues, por dónde has de ir, acoge en ti a Cristo, porque él es el camino. Si buscas a dónde has de ir, adhiérete a Cristo, porque es la verdad a la que deseamos llegar. Adhiérete, pues, a Cristo si quieres vivir seguro, es imposible que te desvíes, porque él es el camino. (SANTO TOMÁS DE AQUINO)