MARIA MADRE DE DIOS
Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído (Lc 2, 19-20).
Un icono bellísimo ante nosotros:
Jesús en los brazos de María,
la Madre con su Hijo.