LO HICISTE EN FAMILIA, SEÑOR
Por Navidad, Señor, por Navidad
Quisiste aparecer en el seno de un hogar.
Como distintivo, no la cantidad, sino la unión
Como riqueza, no el dinero, sino el ejemplo de José y de María
Y es que, tu felicidad Señor, no fue la apariencia,
el oro, las perlas o la plata: fue el amor de tu familia nazarena.
En ella, en fracaso aparente,
apareciste ante la gran indiferencia del pueblo
En ella, en las horas de fracaso,
encontraste el amor sin tregua ni farsa.
En ella, en tus triunfos,
supiste ser ovacionado desde el silencio y la sencillez.