
María de la libertad
Las voces de la gente llegan hondo
Cuando a uno le enseñaron a escuchar,
Mi pueblo dice que falta alegría,
Porque falta justicia y falta pan.
Mi pueblo está clamando al Dios del cielo,
Con lo queda de su dignidad.

Señora de la cruz y de la pascua,
No hay vino y venimos a llamar,
A darte nuestro tiempo en esta noche,
Sabemos que algún día aclarará,
Mientras esperamos ese gran día,
Queremos ser antorcha y alumbrar.
Tenemos vida para dar
Y mucho amor para entregar,
Sobre tu huella nace una esperanza nueva.
María de la libertad
Con vos queremos caminar
Hazte presente ante tu pueblo una vez más.

Nos cala sangre, vida y corazón,
Y se hace llanto triste nuestra espera,
Aunque la espera sea en el Señor.
Por eso vuelve a nosotros tus ojos,
Tu rostro que es el rostro del amor.
Este pueblo que te tiene por Madre,
que el fruto de tu vientre redimió,
Te llama con su corazón de pobre:
¿A quién iremos Madre sino a vos?
Aquí están nuestras manos y la ofrenda,
De nuestras manos por la redención.
