
Evangelio del Domingo 2 de Octubre 2016 - Lucas 17,5-10

Todos podemos hacer esta invocación: Auméntanos la fe. Sí, Señor, nuestra fe es pequeña, nuestra fe es débil y frágil, pero te la ofrecemos así como es, para que Tú la hagas crecer. Lo repetimos ahora en nuestro interior, porque la fe es un regalo: Auméntanos la fe. Pedimos una fe grande, firme, como el Señor quiere. Una fe que nos cambie la vida por dentro, que nos ensanche el corazón, que nos haga felices con el proyecto de Reino entre las manos, que nos empuje a poner el alma en lo que hacemos cada día.

Comentario del Evangelio por Santa Teresa de Calcuta:
Sé siempre fiel en las cosas pequeñas, porque en ellas reside nuestra fuerza. Para Dios no hay nada pequeño. Nada disminuye. Para él todas las cosas son infinitas. Practica la fidelidad en las cosas más mínimas, no por su propia virtud, sino porque la cosa más grande es la voluntad de Dios.
No busques actos espectaculares. Deliberadamente debemos renunciar a todo deseo de contemplar el fruto de nuestra labor, cumplir solamente lo que podemos, de la mejor manera que podamos, y dejar el resto en manos de Dios. Lo que importa es el don de ti misma, el grado de amor que pones en cada una de tus acciones.
No te permitas desalentarte frente a un fracaso, si has hecho lo mejor que has podido. Rechaza también la gloria cuando consigues éxito en tu empresa. Dáselo todo a Dios con la más profunda gratitud. Si te sientes abatida, es señal de orgullo que manifiesta cuanto crees en tu propio poder. No te preocupe lo más mínimo lo que piensa la gente. Sé humilde y nada te molestará jamás. El Señor me ha puesto en este trance donde estoy, él mismo me librará.

DAME FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA, SEÑOR
Para que, orando, me olvide de todo lo que me rodea
y, viviendo, sepas que Tú habitas en mí.
Para que, creyendo en Ti, anime a otros a fiarse de Ti
A moverse por Ti
A no pensar sino desde Ti
¿Me ayudarás, Señor? ¿Será mi fe como el grano de mostaza?
Dame la capacidad de esperar y soñar siempre en Ti
Dame el don de crecer y de robustecer mi confianza en TI
Dame la alegría de saber que, Tú, vives en mí
Dame la fortaleza que necesito para luchar por TI
DAME FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA
Sencilla, pero obediente y nítida
Radical, pero humilde y acogedora
Soñadora, pero con los pies en la tierra
Con la mente en el cielo, pero con los ojos despiertos
Con los pies en el camino, pero con el alma hacia Ti
¿Me ayudarás, Señor?
Dame fe, como un grano de mostaza
¿Será suficiente, Señor?
