
A amar a Dios se aprende amándolo
¡Pobres gentes!
y no saben que el único arte de amarlo es amarlo;
piensan que se necesita <!--
cierta destreza para adquirir este amor
y, sin embargo, sólo se encuentra en la sencillez
San Francisco de Sales

Sólo importa la fidelidad de nuestro amor
San Francisco de Sales

Con igual disposición recibo la alegría y el sufrimiento, la alabanza y la humillación; recuerdo que la una y la otra son pasajeras. ¿Qué me importa lo que digan de mí? Ya hace mucho he renunciado de todo lo que concierne a mi persona. Mi nombre es hostia, es decir, víctima, pero no en la palabra sino en la acción, en el anonadamiento de mí misma, en asemejarme a Ti en la cruz, oh Buen Jesús y Maestro mío.
Santa Faustina
