
DOMINGO 12 DE 0CTUBRE:
LECTURA DEL EVANGELIO MATEO 22,1-14
El Rey invita a unos y otros, nos llama a todos a participar de esa gran fiesta. Pero muchos rechazan su invitación, se justifican de mil maneras, no comprenden la grandeza del don que se les ofrece y lo cambian por unos placeres efímeros y vacíos.
Cristo es el Hijo que celebra sus bodas con una humanidad recuperada para el Padre Dios. Es preciso insistir en la invitación hasta hacerla llegar a las periferias existenciales. ¿Quiénes son los excluidos, desprovistos del traje de fiesta y, por ello, autoexcluidos de la celebración?