SIETE PALABRAS
Tus ojos hablan de perdón, tus manos abiertas, crucificadas, hablan de perdón. Tu corazón habla de perdón. Todo lo tuyo habla de perdón. El Padre te entiende. Te entienden los pequeños y pobres de la tierra. En verdad, en verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso (Lc 23,43)Siempre fuiste un cultivador de miradas. ¡Qué belleza la de tus miradas! Miras a un ladrón y tu mirada le hace amigo. Ajeno de consuelo, sigues dándolo a todos.
¡Cómo entendemos este lenguaje tuyo! ¡Es tan propio nuestro sentir la sed! Sed de amor. Sed de encuentro. Sed del Padre y los hermanos. Todo está cumplido (Jn 19,39)
En un segundo ves todo tu recorrido. ¡Todo está cumplido! Has anunciado la gracia, has hecho presente la ternura. Nos has mostrado al Padre. Has levantado las esperanzas caídas. Has amado y cuidado la vida. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu (Lc 23,46) Entraste en nuestra tierra desnudo, vuelves ahora al Padre desnudo. Esta ha sido tu manera gratuita de estar entre nosotros. Nada te llevas, todo lo pones en las manos del Padre para que siga repartiendo a todos tus hermanos y hermanas.
Reflexión de Carmelitas