
ORACIÓN A MARIA EN CANÁ DE GALILEA
María: la alegría de tu Hijo no te fue ajena.
Asististe como Madre a la boda de unos amigos.
En la celebración de la fiesta se acabó el vino.
Tu Hijo salió al encuentro de esta circunstancia
y realizó el primer milagro a petición tuya:
Convierte el agua de seis tinajas en vino bueno.
De esta manera, la alegría volvió a aquella casa.
De esta manera, Jesús comenzó sus signos,
manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos.
María de Caná: Nosotros necesitamos la transformación
de la frialdad al fervor del amor.
Nos falta perseverancia, valentía, coherencia y fidelidad.
Madre: intercede ante Cristo por nosotros:
No nos queda vino que alegre nuestro corazón.
María de Caná: con tu amor materno
cuida de los hermanos de tu Hijo,
que todavía peregrinamos
y nos hallamos en peligro y ansiedad
hasta que seamos conducidos a la patria bienaventurada.
María de Caná de Galilea: cuida de nosotros.
Intercede por nosotros
ante tu Hijo para remediar nuestras necesidades.
Nos dices: haced lo que Él os diga.
Es una exhortación materna
para que nos abramos a la vida y a las enseñanzas de Jesús.
Seguir las indicaciones de tu Hijo
es la clave para que se realice la transformación de nuestras vidas.
Queremos hacer lo que Él, Jesucristo, nos dice.
Que nos abramos a su gracia y perseveremos en ella.
Que sigamos sus enseñanzas con todas sus consecuencias.
María de Caná: no te canses de interceder por nosotros.
Amén.
Marina Moreno