
CON MARÍA CAMINAMOS:
El camino de la Paz
No te dejes vencer por al mal; al contrario, vence el mal con el bien (Rm 12,17).
María, enséñanos a ser hombres y mujeres de paz,
a unir nuestras manos para seguir tejiendo
redes de escucha y acogida entre los pueblos;
para seguir siendo alfareros de comunión.

El camino de la Alegría
Os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor (Lc 2, 10-11).
María abre los oídos de nuestro corazón
para escuchar el cariño que Dios nos tiene.
Que nada ni nadie nos robe la alegría.
Queremos ser buena noticia de Jesús en el mundo.

El camino de la Ternura
Los pastores fueron corriendo al Belén y encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre (Lc 2.16).
María, enséñanos el lenguaje de la ternura,
para alejar de nosotros los miedos que paralizan,
y levantar el ánimo a todos los que viven envueltos
en la tristeza, en la enfermedad y en la soledad.

El camino de la Esperanza

Cristo Jesús es nuestra esperanza (1 Tim 1,1). Con El Estad siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza (1 Pe 3,15).
María, llévanos a Jesús, fuente de esperanza
para seguir manteniendo viva la alegría
para dejarnos conducir por el Espíritu
para vivir el proyecto nuevo de tu Hijo Jesús.
El camino de la Fe
En distintas ocasiones habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo (Hb 1,1-2)
María, enséñanos el lenguaje de Dios,
el callado amor del Manantial de la Vida.
Que nuestra vida cristiana
sea reflejo de la tuya.
El camino de la solidaridad

La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros
Es la fe la que nos permite reconocer a Cristo, y es su mismo amor el que impulsa a socorrerlo cada vez que se hace nuestro prójimo en el camino de la vida. Gracias a la fe podemos reconocer en quienes piden nuestro amor el rostro del Señor resucitado (Porta fidei, 14).
Albina Moreno
