
Dios te Salve, María!
Dios te salve, María, sagrada María, Señora de nuestro camino,
llena eres de gracia llamada entre todas para ser la madre de Dios.
El Señor es contigo y tú eres la sierva dispuesta a cumplir su misión
y bendita tu eres, dichosa te llaman a ti, escogida de Dios
y bendito es el fruto que crece en tu vientre, el Mesías del pueblo de Dios,
al que tanto esperamos que nazca y que sea nuestro rey.
María he mirado hacia el cielo pensando entre nubes tu rostro encontrar,
y al fin te encontré en un establo entregando la vida a Jesús salvador.
María he querido sentirte entre tantos milagros que cuentan de ti,
al fin te encontré en mi camino, en la misma vereda que yo.
Tenías tu cuerpo cansado, un niño en los brazos durmiendo en tu paz.
María mujer, que regalas la vida sin fin.

Eres Madre de Dios, eres mi tierna madre y madre de la humanidad.
Te pedimos que ruegues por todos nosotros heridos por tanto pecar,
desde hoy hasta el día final de este peregrinar.
María he buscado tu imagen serena vestida entre mantos de luz
y al fin te encontré dolorosa llorando de pena a los pies de una cruz.

María he querido sentirte entre tantos milagros que cuentan de ti,
al fin te encontré en mi camino, en la misma vereda que yo.
Tenías tu cuerpo cansado, un niño en los brazos durmiendo en tu paz.
María mujer, que regalas la vida sin fin.
Dios te salve, María, sagrada María, Señora de nuestro camino.

Virgen Inmaculada!
Tenerte como Madre, Virgen santísima, nos alienta en el camino de la vida como prenda de salvación eterna.
Por eso, a ti, oh María, recurrimos confiados. Ayúdanos a construir un mundo donde la vida del hombre se ame y defienda siempre, donde se destierre toda forma de violencia y todos busquen tenazmente la paz.

Eres don y regalo, Don para nuestra Iglesia.
Regalo para todo el pueblo que, en nuestras luchas y debilidades, rezamos, cantamos, proclamamos y veneramos tu inmensa pureza de Madre coronada de estrellas. Amén.
Moreno Albina
