
Dedicación de la Basílica de Letrán
Evangelio Juan 2,13-22

El carácter sagrado de la persona humana. Toda persona posee el carácter sagrado de un templo. Es allí donde Dios quiere alojarse y revelar su bondad, su belleza y su misericordia. La Redención restaura el templo que cada uno es, execrado por el pecado y re consagrado por el Espíritu que Cristo resucitado otorga a quienes deciden seguirlo. Cada bautizado, inmerso en la Muerte del Señor y vivificado por su Espíritu, hace de su cuerpo un templo reconstruido en el que Dios habita. ¡Qué otra sería la vida en sociedad si todos los bautizados fueran conscientes del carácter sagrado de las personas relacionadas con ellos, fueran o no cristianos!

ALBINA MORENO

