Domingo 3º de Cuaresma.
Evangelio: Juan 4,5-42La samaritana es un símbolo del hombre que no consigue apagar su sed. Vamos de pozo en pozo, de mercado en mercado, buscando nuevos productos para apagar la sed que nos tortura, pero al final seguimos con más sed, con más deseos, con más necesidades.
El hombre tiene ansia de profundidad y de plenitud. No hay nada ni nadie en este mundo que pueda llenar totalmente su vacío. Sólo saliendo de lo superficial y buscando lo trascendente puede ser feliz.