12 DE SETIEMBRE
DULCE NOMBRE DE MARÍA
Te elijo, María, en presencia de la corte celestial por mi
madre y reina.
Entrego y consagro con toda sumisión y amor, mi cuerpo, mi
alma, mis bienes interiores y exteriores, el valor mismo de mis buenas obras,
pasadas, presentes y futuras, dejándote el pleno derecho de disponer de ellas,
de mí y de todo que me pertenece, sin excepción, según tu beneplácito, a la
mayor gloria de Dios en el tiempo y la eternidad. Recibe, dulce Virgen María, esta ofrenda de mi esclavitud de
amor, en honor y unión de la sumisión que la sabiduría eterna quiso tener con
tu maternidad; en vasallaje del poder que tenéis los dos sobre este miserable
pecador, y en acción de gracias por los privilegios con que te ha favorecido la
Santísima Trinidad.